Jair Bolsonaro durante un acto de campaña para las elecciones en Brasil. ANDRE BORGES (BLOOMBERG/ Reprodução do El País)

Cuando se llama conservadores a este tipo de electores, se les legitima. No hay nada de inmoral o antiético en ser conservador. El propio verbo “conservar” está cargado de positividad. Lo que está ahí no es conservadurismo: es villanocracia.

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